Manchuria visión periférica
FELIPE EHRENBERG
Recibí al fin, una copia de este gran libro, sobre el trabajo de un fenómeno, de un natural y un adelantado a su época, del maestro Felipe Ehrenberg.
Al revisar su vasta producción (mucha de ella efímera) a lo largo de 50 años comprendida en esta edición puedo observar como su dominio de los discursos en la plástica y en la física (del espacio, del concepto, del dialogo) hacen lucir a su obra como un golpe en la memoria, “esto lo he visto en alguna parte” pensarán algunos, pero es muy seguro casi probable que Ehrenberg lo haya hecho primero (chaman de premoniciones) y es casi inevitable que uno se cuestione sobre los discursos actuales contemporáneos y lo valioso del hombre “renacentista”, del mil oficios, del preocupado por tener muchas capas de personalidad.
Del maestro, del neólogo, dejo estas palabras:
“Lo que pinto cuando pinto ya nada tiene que ver con la pintura: pinto porque no soy guerrillero… La pintura fue un artificio que tuve que usar cuando solo veía. Ahora veo, siento y presiento… Dejé de pintar cuando vi que la pintura solo maravillaba sin cambiar nada, cuando el cine me ganaba, cuando me di cuenta que para sobrevivir se necesita tacto y el gatillo. No el pincel. Ser radical es ser fundamental: debemos escuchar el presente atentamente: es el traductor del futuro”
Bella edición de pasta dura, bajo el cuidado de Fernando Llanos, Cristina Faesler, Mauricio Marcin, Matthias Ehrenberg y la Máquina del Tiempo.
Mr. Mano de Papel
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